Sobre nosotros


Nuestra tarea

utransto fue creado para facilitar el contacto con familias y amigos que viven lejos el uno del otro. Cuando se trata de compartir las últimas novedades, estar en contacto con sus seres queridos o simplemente poner una sonrisa en la cara de alguien, podemos ayudarlo.

Así es como funciona

Permitimos que nuestros clientes globales permanezcan conectados enviando crédito telefónico a más de 100 países, los 365 días del año, las 24 horas del día. Simplemente cargue el móvil prepago de un amigo, el suyo o un dispositivo de Internet prepago a través de Internet. Envíe su crédito comprado automáticamente y en cuestión de segundos al destinatario de su elección.

La idea detrás de esto

Oskar y su familia

Los fundadores de Utransto viven en Alemania, en un ambiente multicultural. Coversando con sus amigos, notaron que para algunos era difícil mantenerse en contacto con sus familias y amigos en el extranjero y seguir siendo parte de sus vidas cotidianas.

Las experiencias de su amigo Oskar los inspiraron a crear utransto

Cuando Oskar llegó a Alemania, tuvo que dejar a su madre de 67 años, María Dolores en Costa Rica. Como Oskar estaba preocupado por el bienestar de su madre, estaba buscando la manera de contactarla en cualquier momento. El problema era, que cada vez que transferia dinero a su madre era muy caro . Además, Maria-Dolores vivía lejos del centro, lo que hizo que el camino hacia el banco o a las tiendas de recarga de teléfonos resultara engorroso. No había ninguna posibilidad de recargar un teléfono móvil con crédito a través de Internet.

La historia de Oskar fue fundamental en la creación de utransto. A partir de ese momento, debería ser más fácil para todos, a pesar de las largas distancias, mantener el contacto. Hoy, Oskar no solo envía su crédito de teléfono móvil y por lo tanto habla con su madre, sino que también a su mejor amigo Alberto de la infancia, quien siempre le informa sobre las novedades de su pueblo. Con utransto, Oskar encontró una manera confiable y fácil de mantenerse en contacto con familiares y amigos. La historia de Oskar es solo una de muchas. ¿Tienes una también? ¡Nos gustaría escucharla!